lunes, 8 de diciembre de 2014

“Las mariposas tenemos que seguir LUCHANDO” - 25 de noviembre Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer



Por Jesica Rodriguez. Licenciada en Comunicación Social, Universidad Nacional de La Plata.-

        El 25 de noviembre de 1960,  las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, tres militantes contra la dictadura del general Rafael Leónidas Trujillo fueron apaleadas y arrojadas a la sima en la República Dominicana.
En su memoria, cada 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. O sea: contra la violencia de los trujillos que ejercen la dictadura en cada casa.
En el Primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, celebrado en Bogotá, en Julio de 1981, surge la propuesta de hacer del 25 de noviembre, un día de reflexión y denuncia contra las diferentes formas de violencia que sufren las mujeres.
EL “25 de Noviembre” NO DEBE ser una fecha como cualquier otra. El 25 de noviembre es una fecha que NOS DEBE SERVIR  a todas y a todos para seguir luchando y resistiendo contra todos esos trujillos que quieren someternos y con los que debemos convivir día a día.
Debemos hacerlos por ellas, por las hermanas Mirabal. Por ellas hoy se lucha, se vive y se resiste; y resistimos y decimos NO. No más violencia contra las mujeres, no más femicidios por el hecho de ser lo que somos: MUJERES.

Números que alarman
En nuestro país cada 35 horas una mujer es asesinada por violencia sexista, sólo durante 2013 murieron 295 mujeres; mientras que 1500 niñas y niños quedaron huérfanos entre 2008 y 2013.
En  2009 se sancionó en Argentina la Ley n*26485 de protección integral  para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales, mientras que en 2012 se incorporó la figura del femicidio en el artículo 80 del Código Procesal Penal como un tipo agravado de homicidio, aunque no está tipificado como delito.
Estas leyes sancionadas en nuestro país si bien hacen vanguardia a nivel regional, la realidad nos muestra lo contrario, y nos invita a pensar que se ha avanzado muy poco en materia de lucha contra la violencia hacia las mujeres.
Según un informe de Amnistía Internacional “el gobierno argentino está fallando a las mujeres que sufren violencia, cuyos derechos están siendo violados tanto por los actos de violencia como por la inacción a la hora de prevenirla, de abordar las desigualdades y de proporcionar a las víctimas ayuda adecuada y acceso a la reparación. Esta inacción tiene lugar pese a la obligación legal del Estado argentino de proteger a las mujeres frente a la violencia y ayudar a las supervivientes, una obligación que se deriva de los numerosos acuerdos internacionales, regionales y nacionales que ha establecido[1].
Nuestro país, a pesar de haberse pronunciado a favor y de haber ratificado la Convención de la ONU en 1985 sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer; y de hacerlo nuevamente en 1996 con la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia Contra la Mujer (conocida también como Convención de Belém do Pará), todos los indicios disponibles, y también la propia investigación llevada a cabo por Amnistía Internacional, señalan que la violencia contra las mujeres sigue siendo aún una práctica generalizada en el hogar y en la comunidad.

La violencia no sólo viola el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia, sino que además les impide ejercer plenamente sus derechos civiles, políticos, sociales o económicos.

 “Las obligaciones del Estado respecto a estos derechos están claramente establecidas en la reforma de la Constitución de Argentina de 1994, en la que se otorgó categoría constitucional a los tratados internacionales de derechos humanos y se les asignó la posición más alta en la jerarquía jurídica del país.
Aunque gran parte  de la acción que se necesita para eliminar la violencia contra las mujeres debe realizarse en el ámbito provincial, esto no disminuye la responsabilidad del gobierno nacional como Estado Parte en tratados internacionales y regionales y como responsable de velar por los derechos de los ciudadanos y ciudadanas, consagrados en la Constitución.”[2]

La inacción respecto a la violencia contra las mujeres viola el derecho de las mujeres a vivir una vida libre de violencia tanto en la esfera pública como en la privada, y también el derecho a ejercer libremente sus derechos económicos, sociales, civiles y políticos en plena igualdad con los hombres.

Cinco años, seguimos luchando.

La Ley 26485, sancionada en 2009, tiene ya cinco años; Y desde su sanción son varios los artículos que aún no se han reglamentado, y que urgen que sean aplicados. Como es el artículo 9a del Capítulo II, el cual establece que el Consejo Nacional de la Mujer, organismo competente encargado de diseñar y efectuar las políticas públicas dispuestas en la ley, debe elaborar un “Plan Nacional de Acción para la Prevención, Asistencia y Erradicación contra la Violencia hacia las Mujeres”[3].
Hoy este plan NO EXISTE y brilla por su ausencia. Y resulta necesario que sea reglamentado porque si cada día y medio es asesinada una mujer es porque en materia institucional algo está fallando…
Y está fallando porque no contamos con estadísticas oficiales que digan cuantas somos las mujeres que morimos por violencia sexista o las que pasamos o estamos pasando por una situación de violencia. No hay estadística oficial.
Los números que mencionábamos más arriba provienen de la ONG LA CASA DEL ENCUENTRO, la cual monitorea casos de violencia de género publicados en los grandes medios, sin contar aquellos que no se anuncian, esto habla de una deficiencia y falta de interés por parte de las instituciones a las que les cabe efectuar políticas públicas para combatir este flagelo.
El Consejo Nacional de Mujeres, órgano de aplicación de la Ley 26485, está obligado no sólo a efectuar  las políticas públicas dispuestas en la ley sino también a publicar estadísticas oficiales de estas muertes evitables.
Cada 25 de noviembre, en conmemoración de este día, dicho órgano tiene la obligación no sólo de publicar y hacer público cuantas son las mujeres que morimos por violencia sexista sino también TODO lo que se ha hecho en materia de políticas públicas. Nada de ello se ha hecho hasta ahora.
Por lo tanto resulta importante comprender que las mujeres debemos dejar de ser números que se publican en los diarios.
Si bien entendemos y estamos de acuerdo que la raíz de la problemática deviene de un anclaje sociosimbólico, de razones de desigualdad de poder entre los géneros construido socioculturalmente…. No quita que las autoridades a las que les cabe ejecutar acciones para combatir este flagelo sean menos responsables, y  no puedan llevar a cabo acciones para terminar con la violencia machista.
Las políticas de prevención y el cuidado INTEGRAL, PERMANENTE y EFECTIVO desde una perspectiva de género  a las victimas DEBE ser una de sus obligaciones. 







[1] “MUY TARDE, MUY POCO MUJERES DESPROTEGIDAS ANTE LA VIOLENCIA DE GÉNERO EN ARGENTINA PRIORIDADES DE ACCIÓN PARA EL ESTADO ARGENTINO”. Amnistía Internacional Argentina. 2008. Edición española a cargo de: EDITORIAL AMNISTÍA INTERNACIONAL (EDAI).
[2] Op. Cit.
[3]Ley 26485 Capitulo II , articulo 9ª sobre Organismo Competente.

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