domingo, 8 de marzo de 2015

¡Gracias Patricia!



Por Jésica Rodríguez. Licenciada en Comunicación Social, Universidad Nacional de La Plata.-

El pasado 22 de febrero se llevó a cabo una nueva entrega de los premios Oscars a las mejores películas de 2014. Pero no es la ceremonia de entrega lo que quiero destacar en sí, sino un hecho que sucedió y que se llevó la atención de propios y extraños: el discurso de la actriz, Patricia Arquette, al recibir su premio como mejor actriz de reparto por la película “Boyhood”.
En aquella ocasión, Arquette hizo un llamado a todas las mujeres de su país para luchar por la igualdad de los salarios y sus derechos; ganándose la admiración de estrellas tan dispares como Meryl Streep y Jennifer López, unidas en el mismo grito de solidaridad.
"A cada mujer que ha dado a luz, a cada contribuyente y cada ciudadano de esta nación que ha luchado por la igualdad de los derechos de todos. Es el momento de que tengamos igualdad salarial e igualdad en los derechos de la mujer en Estados Unidos", había pronunciado la actriz.

Pero el salario desigual de las mujeres, no es sólo un problema de las estadounidenses  sino de las mujeres de todo el mundo, inclusive de nuestra región y de la Argentina.
En Chile la brecha salarial en términos de remuneraciones entre hombres y mujeres continúa siendo alta; de hecho, es una de las mayores en América Latina, sin embargo el sueldo de una mujer es en promedio un tercio más bajo que el de un hombre. 
La ministra del Servicio Nacional de la Mujer de ese país, Carolina Schmidt, dijo en su momento: "El sueldo de una mujer en promedio es un tercio más bajo que el de un hombre (…) 
aunque resulta difícil comparar la diferencia salarial entre hombres y mujeres en distintos países, la brecha promedio a nivel mundial está estimada en el 15,6% y oscilaría entre el 30% y el 10%", aseveró Schmidt. (Ver: "El sueldo de una mujer es en promedio un tercio mas bajo que el de un hombre")
Similar situación viven las mujeres españolas, donde el sueldo de ellas representa el 78% del de los hombres, según datos de la Encuesta Anual de Estructural Salarial del Instituto Nacional de  Estadística (INE) de ese país.
Es decir, mientras éste percibe alrededor de  25.000 euros, una mujer por el mismo trabajo recibe solo 19.500 euros. Además, una mujer con trabajo fijo cobra poco más que un hombre contratado. 
Asimismo,  las mujeres, en España, tienen que trabajar 84 días más al año para ganar lo mismo que un hombre. ("Las mujeres tienen que trabajar casi 14 meses para cobrar el sueldo anual de un varón")
De esta manera, el empleo femenino, en España, no impide el empobrecimiento de las mujeres, pues la brecha salarial, la precarización del trabajo a tiempo parcial y la feminización de ciertos sectores determinan una situación económica peor que la de los hombres en términos globales. (Ver: "El sueldo de las mujeres es el 78% del de los hombres, según datos del INE")

La actriz Patricia Arquette.

Acá, ellas lejos de ellos.
Mientras tanto, en Argentina, ¿qué sucede?  Nuestro país no es ajeno a este problema con el que deben convivir mujeres de todo el mundo. A pesar de las mejoras laborales de los últimos años, las brechas de género en el trabajo y en los salarios siguen siendo muy amplias y se profundizan en los sectores menos calificados.
Ganan menos, porque consiguen empleo en sectores peor pagos y más precarizados. Y deben trabajar menos horas porque deben cargar con la responsabilidad naturalizada del cuidado del hogar, resignando de esta manera calidad de trabajo.
Según un informe del Centro de Estudios Mujeres y Trabajo de la Argentina (Cemyt) se muestra que la participación de las mujeres en el mercado laboral disminuye (representan el 27% frente al 53% que tienen los varones) a medida que aumenta la cantidad de hijos/as., contrario al caso de ellos donde su presencia aumenta.
Asimismo, la brecha salarial se profundiza cuanto menos capacitación tiene la mujer. El mismo informe detalla que: quienes poseen estudios secundarios incompletos, las mujeres tienen un salario promedio mensual de un 47 por ciento menor que el de los varones. En el caso de las que tienen el secundario completo es del 32 por ciento, mientras que entre las que han alcanzado el nivel universitario es del 29 por ciento. Sin embargo el salario sigue siendo menor  al de los varones.
Es decir, que haya mayor presencia de las mujeres en los niveles educativos superiores no significa que suceda lo mismo en el mercado laboral, sobre todo en puestos de dirección porque persisten las enormes brechas salariales.
La consecuencia de esto es que a pesar de existir mujeres con sólida formación, estas desempeñan trabajos en los que no logran desarrollar ni su potencial ni sus aptitudes.
Por otro lado,  los varones se insertan mayoritariamente en los sectores de actividad donde los salarios son más elevados y que a la vez tienen alto grado de formalización, mientras que las mujeres lo hacen en los sectores donde los salarios son menores y es mayor la precarización laboral.
En el sector enseñanza, que es un sector altamente feminizado, hay un 76 por ciento de mujeres y un 24 por ciento de varones. En este ámbito las mujeres también ganan menos que los varones: la brecha en el salario mensual promedio percibido por unos y por otras es del 22 por ciento. Mientras que en los puestos profesionales es entre un 17 y 27% menos.
El estudio de CEMYT concluye señalando que en definitiva, la brecha salarial  se debe porque tanto en los empleos registrados como en los no registrados, las mujeres trabajan menos horas que los varones. (Ver: "Radiografía de la desigualdad" y "Somos iguales... pero no tanto")
Clara expresión de cómo los patrones socioculturales les asignan a las mujeres compatibilizar vida pública y vida privada.

Mujer = madre y esposa.
Afirmo que en la idea androcéntrica de la mujer concebida como madre y esposa (como único modelo de feminidad) se encuentra la causa principal de esta desigualdad.
A la valoración negativa que se tiene del trabajo de la mujer, la carga horaria que le demanda el cuidado del hogar y la insuficiente formación profesional se le suma este componente que es sociocultural.
En la actualidad la redistribución de las tareas domésticas en los hogares no han cambiado, lo que hace que estas mujeres deban interrumpir sus carreras, elegir trabajos de tiempo parcial o empleos informales, entre otras consecuencias que inciden para su desarrollo personal y profesional.
Además, persiste la idea de que el ingreso de las mujeres es un complemento, y esto ocurre aun cuando la familia no pueda sobrevivir sin este ingreso o que este sea mayor que el del hombre o que esa mujer sea Jefa de Hogar en una familia monoparental.
Frente a esto las mujeres salen a los mercados de trabajo en condiciones desiguales frente a los hombres, lo que se traduce en menores posibilidades de ascenso y peores salarios.
Porqué este articulo se tituló “Gracias Patricia”, porque la actriz visibilizó una problemática poco difundida, y que algunos sectores creyeron  que estaba descontada por las organizaciones de mujeres y feministas.
Se cree que hoy la lucha de las mujeres es sólo por la despenalización del aborto y la erradicación de la violencia contra las mujeres, pero no son las únicas, esta pelea de “igual salario por igual trabajo” continua latente en los corazones de cada mujer que debe vivir esta discriminación.
Porque es discriminación mientras persista esa desigualdad enmarcada por el mero hecho de pertenecer a un sexo; y también es una forma de violencia hacia las mujeres. Las mujeres seguimos circulando en el mundo laboral en inferioridad de condiciones y de oportunidades que los varones.
Y eso implica no solamente que somos diferentes sino que es una comprobación bien concreta que esas diferencias implican desigualdades.
La Reforma Constitucional de 1994 de nuestro país otorgó rango constitucional a una serie de tratados y convenciones internacionales que dictaminan en relación a la eliminación de todas las formas de discriminación, al reconocimiento de la igualdad y al compromiso de los Estados en relación al tema.

Pero, nuevamente, tenemos que volver a recordar que las inequidades subsisten en los hechos, que persiste la vergüenza de la brecha salarial entre mujeres y varones para iguales trabajos.

Esto sigue ocurriendo, a pesar de los cambios que la sociedad ha ido experimentando, en virtud de las luchas que han tenido a las mujeres como protagonistas.

Esta situación nos interpela y reclama sostener una lucha que no deberá detenerse sino ante el logro de la equidad y para ello es imprescindible que demandemos al Estado que se haga cargo de sus responsabilidades para ello y que las distintas instituciones de la sociedad establezcan acciones concretas y alianzas que las hagan posibles.
Y finalmente, pero no por eso menos importante y estratégico, que todas las personas que conformamos la sociedad argentina entendamos el rol protagónico que desde nuestros lugares tenemos para revertir la inequidad y que lograrlo no sea una utopía de unas pocas sino una realidad para todas las personas. Por eso, “gracias Patricia!!!.


Enlaces de interés:


ENLACE PARA VER EL VIDEO DE PATRICIA ARQUETTE:



sábado, 7 de marzo de 2015

El deporte como ámbito para la deconstrucción: Ya no más "ese juego no es para las nenas"

La mirada sexista sobre los deportes, es una postura que ha devenido histórica pero que no escapa a la transformación social planteada por la deconstrucción de género. Nadie puede explicar con fundamentos lógicos las razones por las que un deporte puede ser excluyente de un género o de otro, mas que por el hecho de la "debilidad" y la "fortaleza" que supone culturalmente una mujer o un hombre -respectivamente-, o porque se hubiera hegemonizado una cierta práctica física como "propia" de alguno de los dos sexos. 

El fútbol recién hace 5 años experimenta este cambio y es creciente el interés de las mujeres por este deporte lo que se manifiesta en el armado de competencias y los equipos que no necesariamente tienen uniforme rosa. El fisicoculturismo se proyecta más atrás, aunque aún con motes dado que siguen siendo minoría las mujeres en el rubro y la mirada peyorativa sobre ellas.-

Con orgullo y llevándolo al campo más "de hombres", irrumpe en nuestra ciudad de La Plata el avasallamiento de prejuicios sexistas a través del equipo femenino de Rugby, en el que las chicas no sólo brindan su pasión y su energía al entrenamiento más exigido sino que además son reconocidas por su lucha para lograr salir de los patrones machistas y expandir la convocatoria a mujeres que todavía crean que "no somos lo suficientemente resistentes para tantos golpes".

Las premisas impresas por el patriarcado parecen inamovibles, hasta que logramos romper con estructuras que solo nos limitan a encontrarnos -hasta en los ambitos más monopolizados por los hombres-, con nuestras ilusiones y deseos: animarse a deconstruir, es tambien desafiarse. Y nada de todo esto es ajeno a nuestras motivaciones más intimas. La debilidad física de la mujer es el postulado más antiguo del machismo. Y ya es hora que también nosotras sepamos valorar nuestra fortaleza, de la que día a día surge nuestra inconmensurable energia de superación y lucha.

Nuestra especial felicitación a la división femenina de La Plata Rugby Club, institución que ha forjado equipos reconocidos internacionalmente bajo el rótulo de "Los Canarios" y esta vez abre paso a la presentación orgullosa de "Las Canarias"




viernes, 6 de marzo de 2015

¿Sitio web 2015 o Folleto de 1953?

Por Julieta Luceri. Abogada Universidad Nacional de La Plata.

A tan solo dos días de la celebración del Día Internacional de la Mujer, y después de mas de 200 años de lucha feminista, de numerosos objetivos logrados y derechos conquistados, y por supuesto, muchos mas por lograr, nos encontramos con esta nota "Descuidos femeninos que los hombres detestan".
El portal imujer, dedicado a la mujer y sus diversos "intereses" (pareja, actualidad, moda, belleza, salud, familia, hogar, etc), se dedica en esta nota, a mencionar una serie de tips para las mujeres, sobre “cosas” que los hombres, nuestras parejas, detestan. Y así enumera cuatro catástrofes que, atención mujeres, jamás debiéramos permitir que sucedieran, pues nuestros hombres se verían demasiado molestos.
Y así, de un plumazo (o mejor dicho de un “tecladazo”) se borraron dos siglos de conquista de derechos e igualdad de género.
Si bien solo se mencionan cuatro situaciones (afortunadamente), el enfoque patriarcal y machista surge latente del breve texto de la nota, ya que hace hincapié en las necesidades y deseos masculinos que las mujeres debemos consentir y respetar a pesar de que estas necesidades se plasman sobre nuestros propios cuerpos y deseos, y lo que es peor aún, EN CONTRA DE NUESTROS PROPIOS DESEOS.

- ¿QUERES DEPILARTE? 
- ¿TENES GANAS DE TENER SEXO? 
- ¿QUERES ORDENAR LA CASA?

NO IMPORTA. 

Ellos así lo prefieren, y así debe ser. No sea cosa que se molesten.
Ciertamente no es la intención de esta entrada demonizar a los hombres, ni mucho menos. Pero si hacer hincapié en que existe una estructura machista, una cultura patriarcal sostenida y aceptada en el tiempo, que nos ha impuesto que estos conceptos son correctos. Que las mujeres debemos ser de cierta manera y cumplir una serie de exigencias, en pos del beneficio masculino.
Esta nota me generó, en lo personal, dos reacciones:
La primera es que estos consejos -y puntualmente el nro. 3 (“... ¡Cuidado! Puede que se enojen. Prefieren el orden y la armonía en el hogar, especialmente cuando llegan cansados, luego de una larga jornada laboral.”)- me recordaron inevitablemente a esta “Guía de la Buena Esposa” (de 1953):
















La segunda es que si bien esta clase de publicaciones me hacen pensar que atrasamos 50 años de lucha feminista, a veces también sirven para sondear donde estamos parados. 

Y creo que si bien queda mucho camino por recorrer y mucho trabajo por hacer en la conquista de derechos e igualdad de condiciones, no son pocos los que ven con desagrado una publicación de este estilo y se permiten hacer un análisis crítico... y con perspectiva de género. Basta con leer los comentarios al pie de la nota, para ver el repudio generalizado de los lectores, no solo mujeres, sino también muchos hombres.

SON MUCHOS. En contra del sexismo, el machismo y el patriarcado. 

domingo, 22 de febrero de 2015

Las 50 sombras del "Amor" patriarcal, machista y falocéntrico

Compartimos esta excelente publicación de una compañera feminista que como lxs que podemos decodificar los mensajes de alerta de esta cultura misógina, hemos puesto el grito en el cielo en cuanto tuvimos nuestro primer contacto con la aberración literaria de "50 sombras de Grey".

A más del libro, el capitalismo que alimenta al patriarcado y viceversa, sigue alienando mentes jovenes y adultas, de mujeres del mundo, con la versión cinematográfica del mayor aliado del machismo: la sumisión de la mujer, al hombre poderoso... para que éste pueda aceptarla, y bajo sus brazos castradores, la tenga para sí y a su disposición, entendiendo que todo este mecanismo es lo que se llama.... "amor pasional, verdadero y de entrega absoluta"...

La mujer es la que debe abnegarse, por supuesto. 

Lean la nota. Saludos a todxs.-



jueves, 5 de febrero de 2015

“De eso no se habla”: el debate por el aborto en Argentina”, 2da parte.

Por Jesica Rodriguez. Licenciada en Comunicación Social, Universidad Nacional de La Plata.-


“Un paréntesis: España y Uruguay” 

Desde que fuera sancionado el aborto en España en 2010 el número de consultas de mujeres para interrumpir voluntariamente sus embarazos se redujeron a un 3,2% respecto a años anteriores.  
Lo mismo sucedió en Uruguay, que legalizó la práctica en diciembre de 2012; y donde según información oficial se realizaron alrededor de 10 abortos por cada mil mujeres en edad reproductiva, frente a más de 40 por cada mil que se estima que hubo entre 1995 y 2002 cuando la práctica era ilegal. Lo cual significa que Uruguay es uno de los países con tasa de aborto más baja del mundo.
Asimismo, a diferencia de nuestro país, donde la principal causa de muerte materna son los abortos ilegales, en España, son otros los factores (complicaciones durante y luego del embarazo) que llevan a la muerte a las mujeres, y no así los abortos. Ver: http://www.abc.es/familia-padres-hijos/20130523/abci-emmoragias-embarazo-201305231640.html.
El país vecino tampoco es la excepción pero la diferencia que existe es que allí la tasa de mortalidad asociada al aborto prácticamente es nula, ya que Uruguay es el país de la región que más redujo la mortalidad materna en los últimos 13 años (67%), siendo la presencia de enfermedades previas y el sangrado severo las dos causas principales. (Ver también: http://www.elobservador.com.uy/noticia/277868/uruguay-es-el-pais-de-la-region-que-mas-redujo-la-mortalidad-materna-en-los-ultimos-13-anos/)
En el mismo sentido, en  ambos países las adolescentes son las que menos abortan derribando de esta manera el viejo mito que son las jóvenes las que más recuren a una interrupción voluntaria de embarazo. En Uruguay representan el 18% de las mujeres que abortan, mientras que en España solo el 12%.
Ni las hemorragias posparto, ni los trastornos hipertensivos son  la principal causa de  muerte materna en nuestro país, lo son las complicaciones derivadas de los abortos clandestinos.
 Cada año mueren aproximadamente 400 mujeres por esta razón y sólo en  otros dos países de América, Jamaica y Trinidad y Tobago, el aborto también es la  primera causa de mortalidad materna. ¿Factores? Falta de políticas públicas en salud sexual y reproductiva; y de prevención efectivas.
Uruguay, además de contar con la sanción de la ley, ésta estuvo acompañada de políticas públicas de educación sexual y reproductiva, de planificación familiar y anticoncepción, y servicios integrales en esas materias, lo cual ha hecho a su vez que la práctica del aborto también disminuya; y ninguna mujer recurra a esa práctica, a pesar de contar con la aprobación.  Es por ello que de la misma manera la tasa de mortalidad asociada a la práctica disminuyó a cero (0).
Por ello,  los infundios que apuntaban que legalizando el aborto estos iban a aumentar, la realidad da por enterrado estos argumentos.

Que dicen las leyes de cada país

En España, el Aborto es legal y libre hasta las 14 semanas. La mayoría de edad que deben alcanzar las mujeres para interrumpir voluntariamente sus embarazos son los 16 años. En el caso de tratarse de menores de edad éstas deben informar a uno de sus padres que quieren hacerse un aborto aunque si existiese antecedentes de violencia familiar, malos tratos, amenazas, no es necesario que las menores lo informen.

Respecto a este último punto en septiembre de 2014 el gobierno español consideró que las menores deberán contar con el consentimiento de sus padres para interrumpir sus embarazos.
Ante "grave riesgo para la vida o la salud de la embarazada", riesgo de "graves anomalías en el feto”, o anomalías en el mismo y así lo avale un dictamen médico, el plazo para que las mujeres puedan abortar es hasta la semana 22.
Tampoco hay límite temporal si las anomalías son "incompatibles con la vida" o "cuando se detecte en el feto una enfermedad extremadamente grave e incurable" y lo certifique un comité clínico integrado por al menos dos especialistas.
Todas las mujeres que van a practicarse un aborto firman un consentimiento informado acreditando que han sido alertadas de los riesgos médicos de la intervención.
Asimismo, los médicos que deben realizar un aborto tienen el derecho a ejercer la objeción de conciencia aunque deben notificarlo por escrito anticipadamente para que la paciente pueda realizárselo con otro profesional. De todos modos, esta ley garantiza a toda mujer sin discriminación de ningún tipo la prestación del servicio de interrupción voluntaria del embarazo en  todos los puntos.
En el caso de Uruguay la ley es similar a la española, todas las mujeres están autorizadas a abortar en un plazo de doce semanas, hasta 14 cuando han sido víctimas de una violación, sin plazo cuando hay riesgo para la salud de la madre o el feto es inviable. Para acceder a la interrupción legal, las mujeres deben pasar antes por la consulta de un ginecólogo, un psicólogo y un asistente social y después deben respetar un plazo de cinco días de reflexión.

El aborto en el resto del mundo

Además de España y Uruguay, son muchos los países donde el aborto está legalizado, he aquí algunos ejemplos: en Grecia y Portugal el aborto es libre hasta las 10 y 12 semanas respectivamente, pero con plazos más amplios, de hasta 24 semanas en algunos casos.
En Francia, también hay un límite en la semana doce, que sólo puede ser rebasado cuando dos médicos de un equipo multidisciplinar acrediten peligro para la vida y salud de la madre o enfermedad o malformaciones del feto.
En Alemania y Austria, se combina un sistema de plazos con otro de indicaciones, pero en el caso del primero pueden llegar a autorizarse abortos hasta doce semanas después con embarazadas en "situación de especial necesidad", y con asesoramiento mínimo tres días antes de la intervención.
Otro ejemplo es el de Bélgica, con un sistema mixto de plazos y causal. Así, una mujer "en situación de angustia" podría abortar dentro de las doce primeras semanas, siempre seis días mínimo después de la primera consulta médica. Superado este plazo, sólo permitirá el aborto por motivos médicos con la opinión de dos facultativos.
Finlandia contempla seis supuestos para el aborto con un plazo de doce semanas ampliable hasta 20 semanas en casos especiales, pero sin embargo exige como requisitos la autorización de dos médicos. Un caso parecido es el de Dinamarca con aborto libre anterior a las doce semanas de embarazo y, posteriormente, petición de permiso al Consejo Médico de la región correspondiente.
En Polonia no existen plazos legales para llevar a cabo la intervención, salvo en el supuesto de enfermedad del feto (anterior a las doce semanas). No obstante, los supuestos contemplados son menos y van desde el incesto hasta la violación.
Así, con excepciones  plazos legales y supuestos diferentes, son muchos los países que han legalizado la interrupción voluntaria del embarazo pero su legalización en Uruguay tiene una importancia inédita en Latinoamérica, teniendo en cuenta las restrictivas legislaciones en nuestro país y en Brasil.

La ley en Argentina…

En nuestro país, el aborto es legal en casos de violación a la mujer demente y cuando existe peligro para la vida de la mujer (Artículo 86, inciso 1 y 2 del Código Penal), aunque se sabe que pese a que estas excepciones están enmarcadas en la ley, las mismas no son efectuadas por las y los profesionales médicos que alegan objeción de conciencia, y se niegan a realizarlos.
 También porque muchas veces cuando se presentan estos casos, diversas agrupaciones pro-vida recurren a la justicia para que la práctica no se lleve a cabo.
Lo cierto es que el proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo (N° de expediente 2249-D-2014 /Trámite Parlamentario 24) fue presentado por primera vez el 16 de marzo de 2010, y busca legalizar el aborto por decisión de la mujer hasta las doce semanas de gestación. Estableciendo que sea el Estado el que garantice la práctica del aborto en el sistema público de salud.

En la Argentina se calcula que abortan entre 360.000 y 500.000 mujeres anualmente y que la tasa de mortalidad materna es de 3,5% (por cada 10.000 nacidos vivos) por aborto inseguro (últimos datos al 2012), lo que implica que alrededor de 400 mujeres mueren anualmente.
La mayor parte de esas muertes puede ser evitada con la sanción de la ley que legalice el aborto y de garantía de acceder a la salud sexual y reproductiva de esas mujeres.


La penalización e ilegalidad del aborto  en nuestro país, nos está demostrando que  no logró salvar ninguna vida. Se trata de un tema de justicia social y que las mujeres puedan en igualdad de condiciones acceder a una interrupción del embarazo segura. Una mujer no puede ver arriesgada su salud y su vida por su condición social.

Enlaces de interés:

“De eso no se habla”: el debate por el aborto en Argentina”, 1ra parte.

Por Jesica Rodriguez. Licenciada en Comunicación Social, Universidad Nacional de La Plata.-


Nota: Al ser el aborto un tema tan complejo y que obliga a un amplio desarrollo, la que escribe decidió  dividir el artículo en dos partes. La primera parte está dedicada a las vicisitudes, controversias  y deudas que el tema actualmente genera en nuestro país; la segunda parte, a los resultados  que trajeron su sanción y despenalización en España y Uruguay; para tomarlos como ejemplo.




El año que se fue y el nuevo año que ya está en marcha, nos invita a pensar nuevamente sobre un tema que sigue generando debate en Argentina pero que en algunos países del mundo, como España y Uruguay, dejó de serlo para convertirse en una realidad: la despenalización y legalización del aborto, una de las tantas luchas en la agenda de los movimientos de mujeres y agrupaciones feministas pero no así del Estado.

El aborto continúa siendo un tema controversial para ciertos sectores de la sociedad, como la derecha conservadora y la Iglesia; también genera debate en la comunidad toda.

Lo cierto es que según un informe del ministerio de Salud de la Nación, en la Argentina por año entre 460 mil y 600 mil mujeres recurre a realizarse un aborto de manera ilegal, generando así la muerte de 400 mujeres debido a la inseguridad de los métodos a los cuales acuden para realizárselos. …

Los abortos clandestinos son la principal causa de muerte materna en el país pero también son los que generan alrededor de mil millones de pesos anuales en ganancia (según un Informe Especial realizado por una ONG. Ver http://www.portalba.com.ar/noticia_6_11859_el-aborto-ilegal-mueve-us-1-millon-por-dia), arriesgando la vida, claro está, de miles de mujeres. Esto demuestra que la penalización no impide su práctica.

En casi treinta años de democracia no ha habido ningún gobierno que a través de políticas públicas coherentes y sistemáticas repare y ponga fin de manera histórica y contundente a tantas muertes absurdas, que al fin y al cabo son muertes evitables. 
Se trata de mujeres a las que se les niega un derecho humano principalísimo: el derecho a existir, a ser y no sólo a reproducir. 
Asimismo, ninguna mujer aborta alegremente, leyes que despenalicen y legalicen el aborto no alientan su práctica. 
Es hora que el aborto deje de ser un tema que sólo se habla en congresos y en encuentros de mujeres y organizaciones feministas, y comience a ser debatido en serio y debidamente sin prejuicios, ni oscilaciones personalistas, ético- morales o políticas de determinados sectores que velan mas intereses propios y se olvidan que lo que está en juego es la vida de las mujeres y el derecho a que estas puedan decidir libremente sobre sus propios cuerpos.
Las definiciones personalísimas no pueden estar por encima de un derecho humano y de ciudadanía de las mujeres; resulta extremadamente paradójico que en este clima de debate social y definiciones políticas tan contundentes haya tanta pobreza argumentativa reducida o supeditada incluso a posiciones personales en relación a un tema tan importante como es el aborto legal. 
Las creencias particulares de quienes gobiernan y legislan en el país, no pueden ser aplicables al conjunto de la ciudadanía.


La urgencia de un debate serio

También es necesario el debate serio para que muchas mujeres dejen de morir porque recurren a lugares clandestinos para realizarse un aborto, donde las condiciones de seguridad no están garantizadas, sea, porque no tienen acceso a un hospital o clínicas privadas, y donde bien se conoce que son muchas las mujeres de sectores acomodados que pueden hacer pasar un aborto por una cesárea o acordar con la o el profesional. 
Nuestro país adoptó en los últimos años algunas de las políticas sociales más progresistas de América Latina y si se permite, incluso del mundo. Fue el primer país de la región en aprobar el matrimonio entre personas del mismo sexo, en 2010, y la adopción.
Marcó otro hito al sancionar, dos años más tarde, la primera ley de identidad de género que permite a las personas transexuales usar su nombre y sexo de elección en sus documentos y operarse para adecuar su género sin costo.
Y en 2013 volvió a ser pionera, aprobando una legislación que permite a cualquier adulto mujer y hombre (casado/a o soltero/a, heterosexual u homosexual) acceder a técnicas de fertilización asistida de manera gratuita.
Sin embargo la interrupción voluntaria del embarazo parece ser un tema sobre el que nuestro país no piensa, ni planea cambiar en el futuro su política de “No Aborto”.


Con la asunción de Jorge Bergoglio como sumo pontífice en 2013; la cuestión del aborto, según argentan representantes del oficialismo, imposibilitó aun más la discusión pero reconocen también la falta de apoyo de la presidenta Cristina Fernández para tratar el proyecto (Ver nota en: http://www.infobae.com/2014/04/25/1559755-a-mi-me-gustaria-que-se-empiece-debatir-el-aborto-el-congreso y http://www.perfil.com/politica/Di-Tullio-ratifico-su-postura-proaborto-pero-admitio-dificultades-para-aprobarlo-20130531-0023.html)
Asimismo, muchos consideran que con un Papa argentino y una presidenta que está contra el aborto será imposible que se discuta sobre el tema.

Mientras que Uruguay despenalizó la práctica en 2012, y en Chile el gobierno anunció que presentará un proyecto para permitir el aborto terapéutico, en Argentina actualizar la legislación vigente no forma parte de la discusión pública. La ley actual sobre el aborto data de 1921 y establece que la práctica está permitida cuando corre riesgo la vida o la salud de la madre, o en casos de violación a mujeres con capacidades diferentes ("dementes o idiotas... y con la autorización de su representante legal")
Desde que comenzó a gobernar Cristina Fernández de Kirchner, en 2007, las 250 ONG’s que llevan adelante la "Campaña nacional por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito", presentaron cuatro veces un proyecto de ley para despenalizar el aborto. Sin lograr que el tema siquiera sea debatido por las autoridades. En estos ocho años el Congreso jamás aceptó debatir el tema, ni siquiera en comisiones.

El nuevo Código Civil una piedra más en el largo camino de la despenalización del aborto

Del mismo modo, con la promulgación del nuevo Código Civil que plantea cambios en asuntos como el matrimonio, el divorcio y la adopción pero que mantiene el statu quo sobre el tema del aborto manteniendo el criterio actual de que "la existencia de la persona comienza con la concepción”, muchos creen que esta definición complica cualquier discusión futura sobre la posible despenalización del aborto.
Resulta sorprendente que en una sociedad considerada entre las más progresistas de América Latina el tema de la interrupción voluntaria del embarazo sea aún tabú en muchos ambientes.
Por otra parte, algunos expertos sostienen que legisladores y gobernantes prefieren mantener el aborto ilegal porque se trata de un "negocio muy redituable", en especial entre las clases más acomodadas; otros alegan a la gran influencia que tiene la Iglesia Católica en América Latina, incluso entre los gobernantes más progresistas.


El aborto como un problema de salud publica

El problema del aborto en el país no puede atribuirse a falta de recursos. De hecho, Argentina gasta más en salud por habitante que Chile y Uruguay, muy a pesar que estos dos países tienen menos de la mitad de los índices de mortalidad materna que nuestro país.
Mientras que Argentina registró en 2008 cuatro muertes cada 10.000 niños nacidos, en Chile la cifra fue de 1,8 fallecimientos y en Uruguay de 0,9.

También la cantidad de mortalidad materna atribuida al aborto es mucho menor: 4% del total en Chile (según datos de 2003) y 0% en Uruguay (en 2008, cuando se registraron sólo cuatro casos de muerte materna, ninguno por aborto). 
(Para más información ver nota: “Argentina: ¿Por qué hay tantas muertes por aborto?” En http://www.bbc.co.uk/mundo/america_latina/2010/06/100617_argentina_aborto_lr)


¿Porqué estas diferencias? La falta de políticas publicas y de prevención son una de ellas. Desde octubre de 2006 existe una ley Nacional de Educación Sexual Integral (Ley N*26150) que el Estado debe garantizar en todas las escuelas, sean privadas o estatales, confesionales o laicas, desde el jardín de infantes hasta el nivel superior.
Hoy esta ley no se está aplicando en todos los ámbitos educativos, sea porque algunas provincias se resisten a incorporar los materiales preparados por el Ministerio de Educación, por los temores de los docentes y el recelo de los padres, la realidad demuestra que sólo con educación sexual se puede prevenir embarazos no deseados. 
Otras de las causas al alto número de muertes maternas en Argentina es la deficiencia del sistema sanitario. Nuestro país no cuenta con un sistema eficiente ya que muchos de los centros de salud son de mala calidad, por falta de capacitación o por la ausencia de insumos.
Es importante entender también que si bien el Código Penal de nuestro país contempla la violación como una causal para permitir un aborto, sin embargo muchos médicos se rehúsan a realizar el procedimiento, obligando a las víctimas a realizarse un aborto clandestino y llevándolas a la muerte segura.

Para cerrar, y dejando varias aristas abiertas a un tema tan complejo pero que exige debate serio, es importante remarcar que no es la primera vez que a las mujeres se les deniegan derechos, en otro momento fue la imposibilidad de elegir a nuestros representantes mediante el voto en las urnas. 
Las voces del pasado nos habilitan la pregunta: ¿cuándo será hora de que las mujeres ejerzamos plenamente nuestros derechos individuales? Elegir como sujetas responsables y soberanas es un acto anterior al reconocimiento de ciudadanía. No hay leyes que puedan contra la voluntad de aquellas que deciden abortar. Sí hay injusticias sociales.


Es responsabilidad del Estado proteger la vida de los ciudadanos y de las ciudadanas. Mantener la ilegalidad del aborto es condenar a las mujeres al circuito millonario del aborto clandestino y también a la muerte. Este país y esta democracia tienen una enorme deuda con los derechos de las mujeres, en particular con el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos.
No hay ni habrá democracia, mientras el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos, sea vulnerado por un Estado incapaz de avanzar en la definición de políticas públicas.
El derecho de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos y sus vidas de manera autónoma y responsable, y a acceder a la posibilidad de abortar voluntariamente en condiciones legales, seguras y de gratuidad, forma parte de la aspiración a una vida digna y plena para las mujeres, una vida que no debiera verse amenazada sino garantizada por el Estado.

(Ver más en Comunicado de Campaña Nacional por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito: “Cuando los derechos humanos no llegan a las humanashttp://www.abortolegal.com.ar/?p=665)