jueves, 5 de febrero de 2015

“De eso no se habla”: el debate por el aborto en Argentina”, 2da parte.

Por Jesica Rodriguez. Licenciada en Comunicación Social, Universidad Nacional de La Plata.-


“Un paréntesis: España y Uruguay” 

Desde que fuera sancionado el aborto en España en 2010 el número de consultas de mujeres para interrumpir voluntariamente sus embarazos se redujeron a un 3,2% respecto a años anteriores.  
Lo mismo sucedió en Uruguay, que legalizó la práctica en diciembre de 2012; y donde según información oficial se realizaron alrededor de 10 abortos por cada mil mujeres en edad reproductiva, frente a más de 40 por cada mil que se estima que hubo entre 1995 y 2002 cuando la práctica era ilegal. Lo cual significa que Uruguay es uno de los países con tasa de aborto más baja del mundo.
Asimismo, a diferencia de nuestro país, donde la principal causa de muerte materna son los abortos ilegales, en España, son otros los factores (complicaciones durante y luego del embarazo) que llevan a la muerte a las mujeres, y no así los abortos. Ver: http://www.abc.es/familia-padres-hijos/20130523/abci-emmoragias-embarazo-201305231640.html.
El país vecino tampoco es la excepción pero la diferencia que existe es que allí la tasa de mortalidad asociada al aborto prácticamente es nula, ya que Uruguay es el país de la región que más redujo la mortalidad materna en los últimos 13 años (67%), siendo la presencia de enfermedades previas y el sangrado severo las dos causas principales. (Ver también: http://www.elobservador.com.uy/noticia/277868/uruguay-es-el-pais-de-la-region-que-mas-redujo-la-mortalidad-materna-en-los-ultimos-13-anos/)
En el mismo sentido, en  ambos países las adolescentes son las que menos abortan derribando de esta manera el viejo mito que son las jóvenes las que más recuren a una interrupción voluntaria de embarazo. En Uruguay representan el 18% de las mujeres que abortan, mientras que en España solo el 12%.
Ni las hemorragias posparto, ni los trastornos hipertensivos son  la principal causa de  muerte materna en nuestro país, lo son las complicaciones derivadas de los abortos clandestinos.
 Cada año mueren aproximadamente 400 mujeres por esta razón y sólo en  otros dos países de América, Jamaica y Trinidad y Tobago, el aborto también es la  primera causa de mortalidad materna. ¿Factores? Falta de políticas públicas en salud sexual y reproductiva; y de prevención efectivas.
Uruguay, además de contar con la sanción de la ley, ésta estuvo acompañada de políticas públicas de educación sexual y reproductiva, de planificación familiar y anticoncepción, y servicios integrales en esas materias, lo cual ha hecho a su vez que la práctica del aborto también disminuya; y ninguna mujer recurra a esa práctica, a pesar de contar con la aprobación.  Es por ello que de la misma manera la tasa de mortalidad asociada a la práctica disminuyó a cero (0).
Por ello,  los infundios que apuntaban que legalizando el aborto estos iban a aumentar, la realidad da por enterrado estos argumentos.

Que dicen las leyes de cada país

En España, el Aborto es legal y libre hasta las 14 semanas. La mayoría de edad que deben alcanzar las mujeres para interrumpir voluntariamente sus embarazos son los 16 años. En el caso de tratarse de menores de edad éstas deben informar a uno de sus padres que quieren hacerse un aborto aunque si existiese antecedentes de violencia familiar, malos tratos, amenazas, no es necesario que las menores lo informen.

Respecto a este último punto en septiembre de 2014 el gobierno español consideró que las menores deberán contar con el consentimiento de sus padres para interrumpir sus embarazos.
Ante "grave riesgo para la vida o la salud de la embarazada", riesgo de "graves anomalías en el feto”, o anomalías en el mismo y así lo avale un dictamen médico, el plazo para que las mujeres puedan abortar es hasta la semana 22.
Tampoco hay límite temporal si las anomalías son "incompatibles con la vida" o "cuando se detecte en el feto una enfermedad extremadamente grave e incurable" y lo certifique un comité clínico integrado por al menos dos especialistas.
Todas las mujeres que van a practicarse un aborto firman un consentimiento informado acreditando que han sido alertadas de los riesgos médicos de la intervención.
Asimismo, los médicos que deben realizar un aborto tienen el derecho a ejercer la objeción de conciencia aunque deben notificarlo por escrito anticipadamente para que la paciente pueda realizárselo con otro profesional. De todos modos, esta ley garantiza a toda mujer sin discriminación de ningún tipo la prestación del servicio de interrupción voluntaria del embarazo en  todos los puntos.
En el caso de Uruguay la ley es similar a la española, todas las mujeres están autorizadas a abortar en un plazo de doce semanas, hasta 14 cuando han sido víctimas de una violación, sin plazo cuando hay riesgo para la salud de la madre o el feto es inviable. Para acceder a la interrupción legal, las mujeres deben pasar antes por la consulta de un ginecólogo, un psicólogo y un asistente social y después deben respetar un plazo de cinco días de reflexión.

El aborto en el resto del mundo

Además de España y Uruguay, son muchos los países donde el aborto está legalizado, he aquí algunos ejemplos: en Grecia y Portugal el aborto es libre hasta las 10 y 12 semanas respectivamente, pero con plazos más amplios, de hasta 24 semanas en algunos casos.
En Francia, también hay un límite en la semana doce, que sólo puede ser rebasado cuando dos médicos de un equipo multidisciplinar acrediten peligro para la vida y salud de la madre o enfermedad o malformaciones del feto.
En Alemania y Austria, se combina un sistema de plazos con otro de indicaciones, pero en el caso del primero pueden llegar a autorizarse abortos hasta doce semanas después con embarazadas en "situación de especial necesidad", y con asesoramiento mínimo tres días antes de la intervención.
Otro ejemplo es el de Bélgica, con un sistema mixto de plazos y causal. Así, una mujer "en situación de angustia" podría abortar dentro de las doce primeras semanas, siempre seis días mínimo después de la primera consulta médica. Superado este plazo, sólo permitirá el aborto por motivos médicos con la opinión de dos facultativos.
Finlandia contempla seis supuestos para el aborto con un plazo de doce semanas ampliable hasta 20 semanas en casos especiales, pero sin embargo exige como requisitos la autorización de dos médicos. Un caso parecido es el de Dinamarca con aborto libre anterior a las doce semanas de embarazo y, posteriormente, petición de permiso al Consejo Médico de la región correspondiente.
En Polonia no existen plazos legales para llevar a cabo la intervención, salvo en el supuesto de enfermedad del feto (anterior a las doce semanas). No obstante, los supuestos contemplados son menos y van desde el incesto hasta la violación.
Así, con excepciones  plazos legales y supuestos diferentes, son muchos los países que han legalizado la interrupción voluntaria del embarazo pero su legalización en Uruguay tiene una importancia inédita en Latinoamérica, teniendo en cuenta las restrictivas legislaciones en nuestro país y en Brasil.

La ley en Argentina…

En nuestro país, el aborto es legal en casos de violación a la mujer demente y cuando existe peligro para la vida de la mujer (Artículo 86, inciso 1 y 2 del Código Penal), aunque se sabe que pese a que estas excepciones están enmarcadas en la ley, las mismas no son efectuadas por las y los profesionales médicos que alegan objeción de conciencia, y se niegan a realizarlos.
 También porque muchas veces cuando se presentan estos casos, diversas agrupaciones pro-vida recurren a la justicia para que la práctica no se lleve a cabo.
Lo cierto es que el proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo (N° de expediente 2249-D-2014 /Trámite Parlamentario 24) fue presentado por primera vez el 16 de marzo de 2010, y busca legalizar el aborto por decisión de la mujer hasta las doce semanas de gestación. Estableciendo que sea el Estado el que garantice la práctica del aborto en el sistema público de salud.

En la Argentina se calcula que abortan entre 360.000 y 500.000 mujeres anualmente y que la tasa de mortalidad materna es de 3,5% (por cada 10.000 nacidos vivos) por aborto inseguro (últimos datos al 2012), lo que implica que alrededor de 400 mujeres mueren anualmente.
La mayor parte de esas muertes puede ser evitada con la sanción de la ley que legalice el aborto y de garantía de acceder a la salud sexual y reproductiva de esas mujeres.


La penalización e ilegalidad del aborto  en nuestro país, nos está demostrando que  no logró salvar ninguna vida. Se trata de un tema de justicia social y que las mujeres puedan en igualdad de condiciones acceder a una interrupción del embarazo segura. Una mujer no puede ver arriesgada su salud y su vida por su condición social.

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