miércoles, 7 de enero de 2015

Y la justicia dijo “Todos libres”: Caso Melina Romero.

Por Jesica Rodriguez. Licenciada en Comunicación Social, Universidad Nacional de La Plata.-

 Una vez más la impunidad de la justicia argentina en casos de violencia sexista que terminan en femicidios es la que da la nota, una vez la justicia argentina con la liberación de todos los detenidos por el femicidio de Melina Romero, invita a pensar en el desamparado, en la soledad en las que deja  a miles de mujeres que sufren violencia de género si los resultados terminan siendo como los de este caso, sin detenidos.
Pareciera que para la Justicia de nuestro país no basta con una menos. Ya no es suficiente que muchas argentinas día a día aparezcan asesinadas.
Una vez más, esos padres y madres, como Ana María, madre de la joven, deberán esperar que la justicia por sus hijas asesinadas llegue, quizás de la mano de la providencia divina…
Melina Romero fue hallada muerta el 23 de septiembre de 2014, en un arroyo cercano al predio de la CEAMSE de José León Suarez, un mes después que su madre realizara la denuncia por la desaparición de la adolescente que había ido a festejar su cumpleaños el 24 de agosto y que nunca más regresó.
Por la muerte de Melina fueron detenidos en principio tres hombres mayores, conocidos mediáticamente como el “Pai” Cesar de 44 años, Joel Fernández, de 18 años, alias "Chavito"; Elías "Narigón" Fernández, de 20; y un menor de edad (16 años) apodado “Toto”.
Todos, dos meses después recuperaron su libertad por falta de mérito y porque la Justicia consideró que no había elementos suficientes para que continuaran detenidos.
A lo largo del proceso, la investigación por el femicidio de la joven se basó en el testimonio de una amiga, conocida por los medios como “Melody”,  testigo de lo que ocurrió esa noche con Melina.
Nunca la Justicia utilizó otros elementos de investigación que trataran de dar cuenta que ocurrió con ella esa noche. Las pericias al lugar, al cuerpo de la joven, la recolección de material en los lugares donde se habría cometido el asesinato, la declaración de los acusados, no fueron suficientes para esclarecer el caso.

Verdad: A melina la mataron
Explicar por qué se produjo su muerte es algo que nos debe la Justicia, pero sucede todo lo contrario.
 Fue esta misma justicia que encarceló a cuatro personas a mediados del año pasado y  que dos meses despues toma la decisión de liberarlas. La misma que hoy no encuentra acusados ni sospechosos , la misma que se basó solo en un testimonio que al principio parecía sosten de la investigación pero que con el paso del tiempo fue perdiendo asidero.  La misma justicia que no recabó en otros elementos, en otros testigos que pudieran aclarara el femicidio de Melina porque no los hay, porque no quieren o porque no los tienen.
La investigación parece dejar un mensaje desesperanzador: nadie mató a Melina Romero. Lo cierto es que a ella la drogaron, violaron y golpearon hasta alcanzar su muerte por negarse a participar de una “fiesta sexual” con los acusados.

… Mientras intentaba darle un cierre a este articulo, la voz del periodista en la tele me advertía de la aparición de otra mujer muerta. Se trata de la adolescente  Lola Chomnalez, quien se había ido de vacaciones con su familia a las playas de Valizas, costa de Uruguay y que se encontraba desaparecida desde hacía dos días; pero que finalmente es hallada muerta en un pozo de arena en inmediaciones de la costa uruguaya.
 …Al principio los sospechosos de su muerte son su madrina y la pareja de esta última, que pocas horas después recuperarán su libertad por falta de pruebas. Más tarde la justicia busca a otro sospechoso, un hombre, de entre unos 45 y 50 años sospechado de la muerte de la joven, según testimonios de vecinos de la zona que lo vieron con Lola.
Mientras tanto, el Municipio de Rocha, partido de la cuidad donde fue hallada muerta la joven, muestra preocupación por la pérdida turística que podría acarrearle al lugar la difusión de la muerte de la joven. Convencidos de que es un caso de “violencia de familias argentinas” parecen mostrar indiferencia ante semejante hecho.

 La violencia contra las mujeres no tiene distinción de color, posición social o país. Forma parte de esta sociedad patriarcal y machista del sistema capitalista en el que convivimos, por lo tanto es mundial. En Uruguay también mueren mujeres.


2015 comenzó una vez más con un nuevo número en los diarios, ¿cuándo le pondremos fin a la violencia contra nuestras madres, tías, abuelas, hermanas, primas, amigas, novias, esposas, amantes por ser lo que son y por querer ser como quieren?: mujeres y libres.

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